Lo maya en la plaza principal de montejo1

Comparativa entre la casa de Montejo y la casa de las monjas en Uxmal.

Lo maya en la plaza principal de montejo

La arquitectura religiosa en La Colonia fue más pretensiosa que la Civil. Los templos se hicieron para mostrar el poder de la colonización y para perdurar.

El caso de Mérida es singular: la catedral es austera en cuánto a ornamentación pero es desproporcionada en cuanto a su altura. Es también una manifestación soberbia de bóvedas de cruceta en todo el mundo hispánico. Sin embargo la Casa de Conquistador, Francisco de Montejo, es la obra más hermosa del plateresco mexicano en un edificio civil, como bien observa Manuel Toussaint. Hay un cautivador diálogo histórico entre los dos edificios. Sin embargo se da una crítica frecuente a Mérida: La ausencia de evocaciones de la antigua Thó. Pero desde hace mucho tiempo se ha encontrado una sombra de duda. El trabajo plateresco de La Casa de Montejo muestra la presencia de los mayas. Nos dice Stephens: “… No faltan razones para creer que aquella obra es una combinación del arte español e indio. Ciertamente que el diseño es español pero como en aquel primitivo período de la Conquista , nada más que siete años después de la fundación de Mérida…. Así pues no hay duda que la ejecución pertenece a los indios ”. Molina Solís corrobora la teoría de Stephens. Es necesario atraer otro dato: Los aliados de los españoles fueron los Xius y es posible que entre ellos se haya reclutado a los talladores de las piedras de la Casa de Montejo y así hayan usado las mismas técnicas usadas en Uxmal, una ciudad Xiu.

Esta teoría reviste de una belleza adicional a la casa solariega del conquistador. O dicho con mayor precisión: la casa que el fundador de Mérida le construyó a su padre , quien nunca la pudo disfrutar por tener que ir a responder a la Corte Española por los graves cargos que se le levantador. Puede apreciarse el trabajo en la llamada “Casa de las Monjas” en Uxmal y compararlo con el espléndida fachada de la Casa de Montejo para llegar a la conclusión de que nos encontramos ante una hermosa expresión del “plateresco de Indias”.

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