Fuente: mayaleaks.org

MÉRIDA, YUC, A 2 DE MAYO DE 2017.- Guillermo Jacobo Ramírez Granados, hijo del ex secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín, adquirió más de 400,000 metros cuadrados de terrenos ejidales cerca de Motul, en octubre de  2014, cuatro meses antes de que su padre  renunciara a esa secretaría.

Ramírez Marín se opone públicamente a que los ejidatarios vendan sus tierras, aunque en privado opina lo contrario, José Luis Carlos Santos Ramírez, entonces delegado en Yucatán del Registro Agrario Nacional, dependencia encargada del control de la tenencia de la tierra ejidal, sectorizada en la Sedatu, adjudicó a Ramírez Granados, “a título gratuito”, ocho tablajes catastrales pertenecientes al ejido de Motul, equivalentes a más de 40 hectáreas.

Los terrenos se ubican a las afueras de la ciudad de Motul, a 25 kilómetros de Mérida, y pasan por la comisaría de Ucí, hasta los linderos de los núcleos agrarios de Sinanché.

PLUSVALÍA. Se trata de una región cuya plusvalía crece rápidamente, no solo por la expansión urbana de Motul, sino por su cercanía a terrenos donde se prevé la construcción de plantas de energía eólica y solar, el cultivo de productos agrícolas y la construcción de viviendas.

Ramírez Granados obtuvo esos terrenos mediante actas de asamblea del ejido de Motul realizadas el 12 de octubre de 2014, según el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, cuando él tenía 19 años.

Casualmente, ese mismo día, su padre, Ramírez Marín, entonces titular de la Sedatu, recomendaba a los ejidatarios del país, en una entrevista de prensa en Mérida, no vender sus tierras porque “pueden tener utilidades propias sin necesidad de que les paguen con espejitos”.

La operación que benefició a Ramírez Granados, tercer hijo de Ramírez Marín, supuso la entrega por parte de éste de una fuerte cantidad a los socios del ejido, pero se desconoce el origen de ese dinero que, en todo caso, sería difícil de conseguir para una persona de esa edad.

Ramírez Marín fungió como titular de la Sedatu del 3 de enero de 2013 al 27 de febrero de 2015. Actualmente es diputado federal por el PRI y vicecoordinador de la bancada de ese partido en la Cámara de Diputados.

DOBLE DISCURSO.  De acuerdo con la información recabada por Mayaleaks en el Registro Público de la  Propiedad, los ochos lotes “adjudicados” a Ramírez Granados, y escriturados el 25 de enero de 2015,  son los tablajes catastral 5779, 5780,  5781, 5783, 5784, 5785 y 5787, con una superficie de 50,000 metros cuadrados cada uno y el tablaje 5789, con 53,568 metros cuadrados. (Al  final se adjuntan las copias de algunos de estos documentos).

n total, el hijo de Ramírez Marín obtuvo 403,568 metros cuadrados, más de 40 hectáreas, a través de una operación que muestra el doble discurso de Ramírez Marín y la participación de éste en el proceso de privatización y mercantilización de las tierras ejidales.

Al  mismo tiempo que el ejido de Motul acordaba transferir parte de sus tierras al hijo de Ramírez Marín, en asamblea efectuada el domingo 12 de octubre de 2014, el entonces titular de la Sedatu hacia desenfadadamente un llamado a los ejidatarios a no vender sus tierras “porque hoy más que nunca valen más” (http://yucatan.com.mx/merida/gobierno-merida/vendan-sus-tierras).

ESPEJITOS. Como si su hijo no estuviera metido en la  compra de tierras ejidales, ese día Ramírez Marín anunció que “la Sedatu prepara a los abogados y asesores de ejidos para que no haya gente desplumando a los comisarios ejidales o interfiriendo en las asambleas ejidales mañosamente para quedase con una ganancia ilícita.

“La nueva política agraria en el país”, añadió, “ocasiona que grandes inversionistas que quieren explotar recursos naturales por medio de parques eólicos o minas recurran a la Sedatu para que sea el vínculo con los ejidatarios. Por ello diseñan dos mecanismos para fortalecer las organizaciones ejidales y campesinas y especializan a los abogados en el rubro de minas y energías para que sean capaces de obtener buenas utilidades y administrarlas.

“La utilidad que señala la ley energética para los ejidos es solamente la puerta para decirle a los hombres del campo que no vendan, que pueden tener utilidades propias sin necesidad que les paguen con espejitos para quitarles sus tierras y después solamente vean los grandes desarrollos y lujosos edificios”, señaló.

¿AGRARISTA? La prensa local registra numerosas declaraciones similares de Ramírez Marín, que ha pronunciado ya sea como titular de la Sedatu o como diputado federal.

Su posición pública respecto a que los ejidatarios no deben vender su tierras le sirvió para que los asistentes al XVI Congreso Nacional de Derecho Agrario en México y II Internacional, celebrado en Mérida el 31 de octubre de 2014, le entregaran el  “Reconocimiento al Agrarismo Mexicano Andrés Molina Enríquez”.(http://yucatan.com.mx/merida/gobierno-merida/alerta-por-las-tierras).

Ramírez Marín aceptó complacido el reconocimiento, sin mencionar que unos días antes su propio hijo había adquirido 400,000 metros de tierras ejidales. (ML).