El templo que se levantó en esta plazoleta de la ciudad fue consagrado a Nuestra Señora del Tránsito, sin embargo por su parecido a la Mejorada de Madrid se le empezó a llamar de la misma forma. El templo fue construido con los recursos del caballero español don Diego Montalvo de García, quien pretendió donarlo para fundar en él un convento de recoletos, aunque originalmente tenía la pretensión de construir una ermita, es decir un templo en las afueras de la ciudad, que ahí se encontraba el terreno en el que se levantaría el templo, ciertamente a unos cien metros hacia el sur se puede encontrar una de las puertas de la ciudad que todavía se conservan; en el año de 1640 se encontraba totalmente acabada la obra y el convento anexo, que hasta hoy existe albergando a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Yucatán, pero que  fue ocupado originalmente por los frailes franciscanos hasta que en 1821 fue desalojado por estos, de acuerdo a las leyes vigentes; en la paz de este edificio pudo don Justo Sierra O´Relly escribir el primer Código Civil de la República Mexicana, fundando así la tradición de  juristas insignes que tiene Yucatán hasta nuestros días. Este edificio albergó también, durante parte del siglo XIX, a un celebre hospital: el de San Juan de Dios, que fuera desde los tiempos de la Colonia el hospital de la ciudad. A un costado del templo, cruzando la calle 59, se puede encontrar el legendario Cuartel de Dragones, en cuyos terrenos existió un hospital de franciscanos hasta que el gobierno lo requisó para convertirlo en un cuartel; en la actualidad es un centro de enseñanza infantil. Curiosa es la manera en que en las ciudades se conserva las costumbres: desde los primeros días de su erección la plazoleta de La Mejorada sirvió para que gente de los pueblos del estado llegaran a vender sus mercancías , quizás por eso en la plazoleta se estableció la primera estación del ferrocarril en Yucatán y en  las inmediaciones del barrio se levantó a principios del siglo XX la Estación Central, lo que le dio a toda el área una vida muy especial   Doblando la esquina, sobre la calle 57, se puede encontrar uno de los museos más atractivos de la ciudad: el Museo de la Canción Yucateca. La canción yucateca es famosa a nivel nacional e internacional por dos motivos: porque nace de un consorcio entre poetas y músicos y porque su romanticismo. En este museo el visitante puede tener un acercamiento cautivador con la esta riquísima tradición yucatanense. Frente a la plaza de la Mejorada se encuentra uno de los restaurantes de más tradición en Yucatán: Los Almendros. En este restaurante se puede encontrar uno de los menús de comida yucateca más exquisitos de la ciudad; uno de los rasgos que lo distinguen es el respeto que tiene por las autenticas recetas de comida yucateca, tanto en lo referente a los ingredientes y procesos de origen maya como  a los de origen español, así como a los que son resultado del encuentro de las dos culturas.

 

El convento anexo al templo, que hasta hoy existe albergando a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Yucatán, pero que  fue ocupado originalmente por los frailes franciscanos hasta que en 1821 fue desalojado por estos, de acuerdo a las leyes vigentes; en la paz de este edificio pudo don Justo Sierra O´Reilly escribir el primer Código Civil de la República Mexicana, fundando así la tradición de   juristas insignes que tiene Yucatán hasta nuestros días. Este edificio albergó también, durante parte del siglo XIX, a un celebre hospital: el de San Juan de Dios, que fuera desde los tiempos de la Colonia el hospital de la ciudad